Gran Canaria encierra mil tesoros, pues es como un continente en miniatura. Nos detenmos en su capital, Las Palmas de Gran Canaria. Destacamos el caso histórico, el barrio de Vegueta y la calle Triana, la más comercial.
Para los viajeros más animados, el jueves es clave: el barrio de Vegueta se convierte en zona de marcha, donde su variada oferta de pinchos conquista tanto a vecinos como a visitantes.
En la plaza de Santa Ana, inicio de la construcción de la ciudad, encontramos la catedral (de interior gótico y exterior neoclásico).
El Patio de los Naranjos, joya arquitectónica, alberga el Museo de Arte Sacro. A pocos metros está la Casa Museo de Colón, que recuerda el paso del descubridor por la coiudad en su viaje hacia América. El idificio contiene muestras de la arquitectura isleña y destaca por su pórtico.
No deje de visitar la plaza de Hurtado de Mendoza, conocida como Las Ranas,el teatro Pérez Galdós y la casa natal de Benito Pérez Galdós, convertida en museo, y el Jardín Botánico Viera y Clavijo.
Para descansar, lo mejor es un chapuzón en la playa del las Canteras, desde donde se ve el Auditorio Alfredo Kraus, que también alberga el Palacio de Congresos de Canarias.